Mi relación tóxica.

Y allí me encontraba, arrojado en un mar de sin sabores preguntándome por qué a mí. Estoy confundido, exhausto y deprimido.Mi relación tóxica

El abuso y la violencia dejaron sus marcas en mi mente. Siento que ha pasado un huracán emocional sobre mí. ¿Estaré loco? ¿Será que realmente no valgo nada?  Solo quiero que estemos bien, si como dijo al principio de la relación: “somos almas gemelas”.  Solo buscaba una pareja que me cuidara y cuida mis heridas.

Cuando empezamos a salir creí que era el amor de mi vida. Todo fue un cuento de Disney, me escuchaba atentamente, era amorosa, encantadora, adorable, algo mágico rosando con lo extraordinario. Al poco tiempo empezamos a vivir junto, y allí empezó a cambiar. Como si se sacara la máscara y detrás hubiese un personaje siniestro. Empezó a entrometerse en mi vida, en mis decisiones, en mi familia y amigos. Recibía insultos por el mero hecho de existir; amenazas constante si no hacia lo que me decía; me humillaba estando solos y hasta a veces con amigos. Como si ella nunca tuviese errores. Luego pude comprender que estudió mis debilidades, mis anhelos y fortalezas para que baje mis barreras de defensa, simulando empatía y así vulnerarme para adueñarse de mí.

Con el paso del tiempo me di cuenta que algo andaba mal, tuve ganas hasta de suicidarme y eso fue un alerta. Me sentía una cosa, todo lo que hacíamos era para su propio beneficio. Algo en mi me pedía que corra, que me aleje de esa persona que tenía tendencia a la grandiosidad, pero no sabía por qué.

Pedí ayuda y fue un despertar. Mi Life Coach me ayudó a ver con nuevos lentes mi realidad. Me hizo ver que las parejas se deben potenciar mutuamente en un camino de transformación constante hacia el crecimiento y desarrollo personal para ser la mejor versión de nosotros misma con base en el amor, comprensión, comunicación afectiva y efectiva, escucha activa y empatía.

Pude ver como utilizaba el sexo como un instrumento para controlarme; hasta competía con otros por su atención y compañía, ya que me sentía abandonado; se la pasaba hablando constantemente de sus ex parejas; solo remarca lo que hago mal, nunca una palabra de aliento cuando hago las cosas bien; no mostraba escrúpulos para hacer lo que ella quería y cuando ella quiera, solo por el mero hecho de conseguir lo que quisiera. Me preguntaba si solo yo veía lo cruel que es?

Luego del “darme cuenta” de la relación tóxica y de que no tengo la culpa de lo que pasó, me alejé.  Entendí que no fue amor, que le gustaba provocar en mí sufrimiento emocional. El primer paso para liberarme tuve que eliminar toda vía de comunicación que pudiera hacer que vuelva a caer en su manipulación porque todavía estoy frágil emocionalmente. También tuve que dejar de ir a lugares en común, encuentros con amigos en común. Tiré a la basura todo lo que me recordaba a ella, fotos, regalos, etc.

Intentó volver con palabras hermosas y promesas prometedoras, pero decidí que era momento de hacerme cargo de mi propia vida. Ahora tengo la contención y el afecto que necesitaba, y lo encontré en mí mismo.

Todo es un proceso, es una reconstrucción que lleva tiempo y se empieza por recuperando el amor propio. Entendí que no existe persona más importante que mí mismo.

Empecé a funcionar plenamente. Soy capaz de experimentar y aceptar plenamente todas las experiencias: pensamientos, sentimientos, reacciones. Esforzándome por aprehender, tan exactamente como fuera posible, de las situaciones que suceden tanto en mi interior como exterior. Soy más intuitivo, me guio hacia la conducta que aseguraría la satisfacción más completa y más auténtica ante las necesidades que voy teniendo. Tengo confianza en mí mismo, no por considerarme infalible sino porque estoy abierto a las consecuencias de cada una de mis decisiones con la condición de corregir las que se muestren inadecuadas.

Confronto todos mis sentimientos y no siento amenaza por ninguno de ellos. Soy mi propio juez. Vivo el presente, el aquí y ahora, entendiendo que este modo de vida es el más satisfactorio. En una palabra, represento un organismo (mente-cuerpo-alma) que funciona plenamente.

Me enriquezco con mi desarrollo personal. Ejerzo libremente la plenitud de las potencialidades de mi ser;  mi conducta tiene en cuenta la realidad; tiendo al mantenimiento y a la revalorización de mí mismo; manifiesto una conducta social y adaptativa; con un espíritu creador  y que no cesa de evolucionar y desarrollarme; descubriéndome a mí mismo y descubro la novedad de cada momento. Este es mi ideal, mi libertad y seguridad validada por mí mismo.

Bibliografía

Carl Rogers y G. Marian Kinget.( 1967). Psicoterapia y relaciones humanas. Teoría y práctica de la terapia no directiva, Tomo I, pág. 133 a 147. Barcelona. España. Ediciones Alfaguara.

El psicópata subclínico o integrado en las relaciones de pareja: el maltrato psicológico

Experiencias memorables con un psicópata integrado.
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2 thoughts on “Experiencias memorables con un psicópata integrado.

  • octubre 21, 2020 at 5:04 pm
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    Me parece muy buen articulo me siento identificada con casi todo, aun hay muchas cosas que se podrían agregar, también es interesante cuando hay hijos de por medio y la etapa del descarte.

    Realmente llega un punto donde literalmente sales corriendo de esas personas con ese trastorno. Porque son vampiros emocionales.

    Lo viví, aún estoy saliendo de eso y es lo peor que he experimentado en toda mi existencia.

    Ojala sigas publicando muchos artículos mas sobre este tema que es tan amplio.

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    • octubre 21, 2020 at 5:12 pm
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      ¡Hola Sarah!
      Muchas gracias por compartir tu experiencia, es de un valor inmenso tu aporte.
      Estaré publicando más contenido sobre este tema dado. Me quedo con “vampiros emocionales”, es un concepto que resumen a las personas con esta patología.

      Saludos.
      Nico Ayuso.

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